miércoles, 26 de marzo de 2008

Historias del 1er mes

¡¡¡Terve toveris!!!

Qué tal va todo por la tierra del sol, toros, sevillanas y olé? (que es como conocen aquí a España)
Además de eso sólo conocen de España la “magnífica y espectacular” serie de “Los Serrano”, harto estoy de decirle a todo el mundo que ese no es un fiel reflejo de la realidad (de la mayoría) de las familias españolas.
En fin, hace unos días cumplí mi primer mes en estas blancas y heladas tierras, y la verdad es que todo va a mejor. Y es que por fin tengo un compañero con el que hablar y pasar mi tiempo libre. Anssi es su nombre, tiene 24 años y está de la olla.
Ahora paso casi todas las tardes con él haciendo deporte (en el Gym, en la pisci) o en la sauna, e incluso he podido jugar mi primer partido de fútbol tras no se sabe cuanto tiempo. Fue un cara a cara en el que quedo clara la superioridad española en este deporte J.

Qué más? En Piispala todo está cambiando. Más colegios, más gente, toda la gente más abierta. Debe ser verdad lo que dicen por aquí, esta gente necesita un tiempo (quizá un mes) para conocerte y finalmente aceptarte en su cultura.
Lo más importante es que esta semana he empezado a dar las clases yo sólo a los grupos de chavales. Es complicado, ya que mi nivel de fines es más o menos como mis conocimientos del chino mandarín aunque hay que destacar que esta gente desde bien jóvenes son capaces de entenderte en inglés sin problemas. De todas formas siempre hay alguna profesora cerca para traducirles algunas cosas.

Muy poco a poco voy mejorando mi fines, mi tutora me da dos clases a la semana y además tengo una clase más en el pueblo de al lado donde un profesor canario enseña español a un grupo padres y madres. Luego tengo otra clase de conversación en inglés. Muy completito el tema del lenguaje.

Ahora estoy viajando bastante y conociendo a mucha gente. Estos dos últimos fines de semana los he pasado en Kokkola con otros voluntarios que viven aquí (hay incluso un sevillano con el que conviví 4 días en su piso que comparte con un alemán un poco amanerado). Y hace 15 días pasé una semana entera en otro Youth Center con el resto de voluntarios que habían llegado a este país en fechas similares a la mía. Buena gente de verdad. Había un venezolana (que reside desde hace años en Madrid) cachondísima y que no tenía ni papa de inglés. Imaginaos su nivel cuando os digo que actué de traductor.
Este finde que viene voy a ir a Latí (sur de Finlandia) con Anssi a pasar unos días allí (me ha prometido fiesta, creo que universitaria) y aprovecharé para visitar a otro voluntario, Konrad otro alemán muy majete que hace allí su proyecto.

En cuanto al tiempo todo sigue más o menos igual. Sin mucho frío pero con nieve por todos lados. Todo el mundo me dice que este es un invierno extraño porque sólo estamos a -5ºC y es cierto, porque Sanna (mi tutora) me ha contado que en esta misma semana el año pasado la temperatura era de -36ºC. Enésima evidencia del calentamiento global. Bueno hay algo que si que ha cambiado, las horas de luz. Ahora mismo tengo 2h más de luz que cuando llegué.

En lo referido a las comidas hay que decir que aunque parezca mentira, la cocina finesa tiene cosas parecidas a la española. La mayoría de los platos que sirven en Piispala son extraños para mí pero por fin estoy cumpliendo uno de los sueños de mi madre, aquí estoy aprendiendo a comer de todo. Lo que más hecho de menos (teniendo aquí aceite de oliva y zanahorias) es el pan de verdad (el crujiente, aquí solo hay “Pan Bimbo” al que todos ponen mantequilla) y las lentejas de mi madre.
A lo único que no me acostumbro es al horario de comidas que tienen en este (algunas veces) estúpido país. Hoy he bajado a cenar a las 17:15h y las cocineras ya estaban recogiendo la comida. Si es que es totalmente absurdo cenar a esa hora y no comer hasta las 7 u 8 de la mañana del día siguiente, pero…

Hace unos días oí la primera gracia por parte de un fines y antes de ayer la segunda. Dos “gracias” que no chistes en un mes, ¿no esta mal verdad?. Todavía las recuerdo pero al transcribirlas pierden todo “su aquel” así que prefiero no escribirlas.

Por último y para dejaros un buen sabor de boca aquí os dejo la:

Segunda entrega de las curiosidades finesas

(Además os desvelo el secreto del final del rollo de papel higiénico)

5. Nadie utiliza zapatos en las casas o en las estancias del Centro, todos nos descalzamos antes de entrar en ellas. Únicamente con los calcetines (si venís aquí tener cuidado con los típicos "tomates", lo digo sobretodo por ti, Rajoy).

6. Aquí puedes ir a la piscina SIN el incomodísimo gorro de baño (un gran alivio), en cambio, está prohibido utilizar bañadores sueltos, únicamente se permiten “slip” o “pegados”, con tal de marcar el paquete todo vale. Con relación a esto comentaros que la piscina de aquí de Piispala es de metal, si sí de metal. Creo que es aluminio es totalmente futurista, tengo que hacer fotos y enviároslas.

7. Aquí tienen las mismas cadenas de radio que en España aunque con diferente nombre. Los 40 Principales aquí se llama Radio Nova y Kiss FM, Radio Aalto.

8. Para poder andar sobre el hielo sin romperse la crisma, los fineses echan grava encima del hielo.

9. Aquí no utilizan sal para hacer la comida (tengo que estar todo el día con los típicos sobrecillos de sal). Pero es que no la utilizan para nada de nada. Siempre que me ven abrir uno de esos sobrecillos y verter todo su contenido sobre una ensalada o sobre un plato realmente soso, ponen unas caras de miedo que me provocan risa. Todo el mundo me mira extrañado. Esta gente no tiene ni ideo de lo buena que está una ensalada nada más que con aceite y sal. Ellos se lo pierden.


En fin compatriotas me despido ya el sueño empieza hacer mella en mi.

Besos, abrazos y recuerdos para tod@s.

(Esta vez si que os mando algunas fotos, pero podéis ver el resto en mi espacio de Hotmail)

Desde el FIN de la LANDIA.

Nähdään.

Rhod.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola! Qué tal?? You have written a lot here! I understand some of it, but there is A LOT that I don't understand. Anyway, it was interesting to read!
Ella